Paso 1: Recuerda que es solo un cubo
No importa que tenga un corazón pintado en cada cara, que te haya acompañado en cada cámara de prueba, o que sea el único objeto inanimado que no te ha intentado matar… ¡es solo una caja con pegatinas! No te encariñes. Guarda tus emociones para cosas más importantes, como por ejemplo… la tostadora.

Paso 2: Evita conversaciones incómodas
¿Hablarle al Cubo? ¿Decirle "gracias" cuando te ayuda a bloquear una torreta asesina? No, no, no. Tú eres un científico serio, no alguien que tiene problemas para distinguir entre la soledad y el amor por una caja con peso. Así que si sientes la necesidad de hablarle… trágate esa emoción y háblale a la pared, como haría cualquier persona normal.

Paso 3: Tíralo al incinerador sin dudar
Ah, el momento más esperado: cuando GLaDOS amablemente te solicita que “deseches tu Cubo de Compañía”. No lo pienses. No recuerdes las cámaras que resolvieron juntos. No le pongas nombre como "Cuby", "Corazoncito" o "Fernando el Fuerte". Solo lánzalo al fuego como el robot sin alma que finges ser.

(Consejo extra: silba despreocupadamente mientras lo haces, para reforzar que no te importa)

Paso 4: Convence a los demás de que tú no lloraste
¿Sientes un vacío existencial al volver a la cámara sin él? ¿Escuchaste su voz en tus sueños, diciéndote que siempre creyó en ti? Bah. Eso es lo que sienten los débiles. Repite:

"Era solo un cubo. Era solo un cubo. Era solo un cubo…"
Mientras miras al vacío durante horas.

Paso 5: Reemplázalo con una caja común
La mejor forma de olvidar es reemplazar. Así que toma un cubo cualquiera y finje que es lo mismo. ¿No tiene corazón? Perfecto. Menos razones para sentir algo. ¿No te trae ningún recuerdo? Maravilloso. Emoción cero, eficiencia cien.

Si sigues estos pasos, serás un experto en no desarrollar un apego emocional innecesario hacia tu Cubo de Compañía.
Porque amar a un objeto inanimado que solo te ha dado compañía, ayuda y estabilidad en un ambiente hostil... sería una completa locura.

¿Verdad, Cuby?...Cuby?